viernes, 4 de octubre de 2013

EL DESCANSO DE CARMEN. LICENCIATÓN ARTICA

EL DESCANSO DE CARMEN.
Relato. Cuento corto.

Carmen caminaba al lado del riachuelo, sabe de memoria el recorrido, pero cinco o diez minutos llevaba en ello cuando sintió una enorme pesadez en sus manos. La sangre se había concentrado en sus dedos y las palmas a causa de la posición, cosa que no le pasa a los niños ni a la gente sana. “Sesenta y cuatro inviernos y sesenta y tres primaveras…” pensó amargamente aquella tarde de Octubre, pues el siguiente invierno estaba por llegar.

Inmediatamente alzó los brazos, agitó las muñecas y abrió y cerró las palmas ejercitándolas para que la circulación dejara de ser incómoda, pero enseguida dio media vuelta: ya era hora de volver a casa. Nadie la esperaba, sólo le acompañaba su remilgoso gato. Es de todos sabido que el espíritu felino es tendencioso al egocentrismo, así que el micho, más que una mascota o animal de compañía era un cohabitante que pasaba más tiempo lejos de la casa mientras que no le faltase alimento.

Con esa no-compañía ¿Quién querría volver pronto a casa? Hay otros gatos en este mundo que suelen ser más agradecidos, pero Carmen creyó que aún así tenía que volver para limpiar la cocina y desempolvar (cómo a diario) las viejas fotografías en esos marcos elegantes que compró con dificultades para honrar a quienes ahí saluda: “Buenas tardes mamá, papá, tía Clara… Qué bonita sonrisa tienes pequeño Lucio! Cómo te extraño!”. Su único hijo, que se fue de la casa apenas terminada la secundaria, se fue a buscar fortuna pero nunca volvió; de vez en cuando le llamaba desde ese gran país que queda al norte para preguntar por su salud y luego colgar.

Pero hoy no ha sido una de esas noches, ya ha llegado la luna a asomarse en la ventana y se ha encendido la veladora en el pequeño altar a un santo de su devoción al que le reza y le pide descanso. Se han gastado los marcos de tanto limpiarlos y los vestidos se enmohecieron por no usarlos, en cambio el teléfono no sonará porque hace mucho que olvidó pagarlo y no sabe que lo han cortado. Carmen no sabe cuánto tiempo ha transcurrido desde la última vez que se fugó el gato y no ha vuelto, no hay un solo reloj en la casa y tampoco calendarios.


A lo mejor esta noche, ya dormida y entre sueños, Carmen por fin pueda descansar…



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MODIFICACIONES. No las he permitido en esta primera ocasión que utilizo una licencia en mis creaciones por un motivo experimental: Hemos hablado en el curso mucho sobre lo grande que es la red; me preguntaba si podrían pasar estas cosas: la gente reconoce las licencias? de ser así cuándo se replique mi texto me daré cuenta con un poco menos de dificultad con el uso de buscadores de palabras en la red. Y en consecuencia también sabré si ha obtenido alguna popularidad.

USOS COMERCIALES. Siguiendo los cuestionamientos anteriores permitiré el uso comercial para verificar si mi texto es del interés de otras personas. Esto me servirá cómo retroalimentación; no para cambiar mis contenidos sino para visualizar cómo configuraré en lo posterior una licencia.

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